lunes, 31 de octubre de 2016

Justicia por mano propia


Justicia por mano propia
Llegando de la universidad esperaba al joven Jhon su mamá en la entrada de la urbanización como todos los días.
-Bendición mamá
-Dios te bendiga hijo, ¿Cómo te fue hoy?
- Bien muy bien, en el laboratorio de química hicimos unos experimentos muy interesantes.
-Ah que bueno, me alegra!. Recuerda tener mucho cuidado cuando pases por la pasarela, la semana pasada robaron al hijo de la señora consuelo.
-Si mamá no te preocupes, cualquier cosa pues salgo corriendo y ya.
Miércoles 12:15pm
-Mamá ya es tarde  me tengo que ir, no puedo llegar tarde otra vez, la profesora se molestará.
-Pero hijo como te vas a ir sin comer, yo preparo algo rápido pero no te vayas sin comer por favor.
-Bueno madre algo rápido para salir en 5 minutos
Solo comió pan, jugo de guayaba  y una tortilla. Las tortillas de su mamá eran unas de sus comidas favoritas y la sazón que tenía era única.
-Cuídate por ahí hijo.
-ok ma bendición.
-Dios te bendiga hijo, te quiero.
Era una tarde como cualquier otra de camino a la universidad, pero el destino tenía preparado algo muy distinto para su vida.
Jhon que inconforme con la situación de su país Venezuela y la forma en que se estaban desarrollando las cosas hacia todo cuanto fuese posible por graduarse y emigrar para tener un futuro digno y una mejor calidad de vida que la que tenía.
Antes de llegar a la parada del bus tenía que pasar por un pequeño puente colgante de acero que estaba sobre una quebrada, este era difícil de ver por aquellas personas que iban en auto y había poco tránsito de peatones por allí.

Anderson quien estaba oculto entre los arbustos cerca de la pasarela estaba dispuesto a hacerse de un teléfono, dinero o alguna prenda de valor. Él no estaba solo, estaba acompañado de su mejor amigo, un puñal de 10cm y un rosario con el cual esperaba estar protegido de cualquier tombo.
-Allí viene alguien- pensó mientras veía a Jhon acercarse mientras oía música con su mp3.
-Va escuchando música, debe tener algo bueno con este cuadré las lucas-
Sin esperarlo Jhon ve como frente a él se para un joven de la misma estatura pero un poco más robusto estorbándole el paso.
-Deme lo que tiene ahí de una vez menor o lo mato aquí mismo. Dijo Anderson tomando a Jhon por la muñeca con la mano derecha y sosteniendo con la otra el puñal.
Un escalofrio recorrió todo el cuerpo de Jhon, pero debido a su odio por ese tipo de personas que consideraba como vagos malvivientes, canceres de la humanidad, plagas y escorias ese miedo no duró mucho antes de transformarse en ira y esa ira duró mucho menos en transformarse en adrenalina. Su corazón empezó a latir muy rápido, sus manos a sudar, su vista alerta a lo que estaba pasando y su mente a buscar que hacer. Con un movimiento rápido tomo la muñeca de la mano que tenía el puñal y al mismo tiempo se zafa del agarre en el que se encontraba su mano izquierda. Comenzaron ambos a forcejear por la posesión del arma. En un brusco movimiento Anderson haló el puñal hacia sí mismo haciendo que a Jhon se le resbalaran las manos causándole un corte profundo en la palma de la mano izquierda, cosa que no evitó que continuara con la disputa. De forma  veloz Jhon logró acertar una patada en las piernas de Anderson haciéndole caer al suelo y casi inmediatamente abalanzándose sobre él. Por mala suerte de Jhon, Anderson se orientó rápidamente haciendo que cayera sobre el puñal el que se enterró en el lado derecho de su abdomen. Absortos por lo ocurrido ambos se quedaron viendo fijamente.
-¿Qué mierda hice? ¡Este tipo por qué no se dejó robar!-
-¿Será que voy a morir? Nunca pensé que algo así doliera tanto. Seguramente moriré, me deben quedar unos cuantos minutos de vida aun-
Anderson se para rápidamente y sale corriendo a la carretera, pero había algo con lo que no contaba, que Jhon saldría tras él a darle caza.
Jhon que fue atleta gran parte de su vida se dedicó principalmente a lo que fue el maratonismo (malas noticias para Anderson) cosa que le dio una gran velocidad y resistencia.
-Ya me voy a morir, no puedo dejar a ese maldito hijo de puta vivo- - -Ahhhhh- - gritó Jhon mientras sacaba el puñal que tenia incrustado.
Con el puñal en mano se dispuso a dar seguida a Anderson que ya había sacado ventaja de unos 60mts. Corriendo desesperadamente  volteó a ver si alguien más lo estaba viendo o si alguien lo seguía, y menuda sorpresa  se llevó cuando vio a Jhon ya a unos 30mts detrás de él.
-¡Ayuda! ¡Ayuda!- gritaba Anderson con voz desesperada mientras corría y veía a Jhon cada vez más cerca. Algunas personas vieron la escena pero ninguna tuvo la valentía de hacer algo. Con la peor agonía que había vivido, su franela pantalón y zapatos llenos de sangre ya se sentía débil y bastante mareado sentía que la sensación se podría comparar con el momento de estar culminando una carrera.
-Ya voy a alcanzar a ese desgraciado, me la va a pagar, y no solo a  mí, sino todo lo que haya hecho-
Golpeándole los pies desde atrás hizo que Anderson cayera al suelo otra vez, pero ahora las cosas serian distintas. Anderson, que seguía pidiendo ayuda se calló súbitamente por la patada que le dio Jhon en el estomago. Con otra patada en la cara lo dejó semiinconsciente, pero esto no acabaría aquí. Procedió a cortar las venas principales de Anderson (yugular y axial) asegurando su muerte. Debilitado por la enorme cantidad de sangre que había perdido en la persecución se dispuso a dar su último golpe. Una puñalada en el mismo lugar donde se la habían hecho a él.
Anderson no hacía más que pedir perdón pero entre sangre y lágrimas sus palabras se confundían. Mientras que por otro lado Jhon con una sonrisa en la cara pensaba –maté a ese infeliz hijo de puta, una escoria menos para mi país.
Las personas acudieron rápidamente a intentar dar socorro a ambos –llamen a la ambulancia- -busquen a un medico- gritaban las personas que estaban alrededor de ellos.
Pocos minutos después llegó la ambulancia. Anderson ya había muerto pero Jhon seguía con vida.
-Cuál es tu nombre- preguntó el paramédico.
-Jhon.
-ok Jhon sigue con nosotros, todo va  a estar bien no te rindas.

-Díganle a mi madre que no me espere hoy… y que Dios la bendiga.

sábado, 29 de octubre de 2016

Lucky

De camino a mi casa después de haber pasado la tarde jugando con mis primos voy saltando por la acera jugando a no pisar las grietas que hay en ella, pero algo distrae mi atención, una caja obstruye mis saltos, al principio no era nada fuera de lo normal, solo una caja común y corriente, pero de no haber sido por su contenido mi vida habría seguido siendo la misma. Un cachorrito de un mes aproximadamente estaba allí, en aquella caja abandonada. Era pequeño con un  pelaje amarillo, sus patitas cortas, las orejas distintas una caída y la otra levantada; tenia la cola entre las patas, estaba temeroso, le hablé para demostrarle que era su amigo, que no quería hacerle daño e inmediatamente comenzó a mover la cola y vino caminando hacia mí, sus pasos eran  torpes aun pero lo suficientemente rápidos como para caminar conmigo.

 A medida que íbamos caminando se atravesaba entre mis piernas para intentar morder mis zapatos y eso me parecía muy gracioso y  tierno a la vez. No era capaz aun de subir los escalones que se encontraban  en la acera, así que lo ayudaba a subir para que siguiera acompañándome, pero no faltando mucho para llegar a mi casa muchas preguntas surgieron por mi mente “y si mis padres no lo quieren en casa” “y si se molestan conmigo por haberlo llevado” “y si lo dejan de nuevo en la calle”, me dio miedo y empecé a considerar salir corriendo y dejarlo allí donde estaba para evitar cualquiera de esas posibilidades, tome la decisión y Salí corriendo, aproximadamente después de unos 15 metros mire hacia atrás y vi como el cachorrito con sus cortas patitas corría con todas sus fuerzas para alcanzarme y en ese esfuerzo tropezaba y caía en su hocico pero aun así se levantaba e intentaba alcanzarme. No pude dejar a esa criatura abandonada, esperé a que llegara hasta donde estaba y proseguí con mi camino… nuestro camino.

Llegué a casa, toqué la puerta y espere afuera con el cachorro que aun seguía jugueteando con mis zapatos. Fue mi madre quien vino a abrirnos la puerta para entrar, y que sorpresa se ha llevado cuando se dio cuenta que no llegué solo sino con un pequeño acompañante peludo y de cuatro patas, con una nariz húmeda y una cola que iba de un lado al otro. Lo primero que dijo fue -que dirá tu papá cuando lo vea- esas palabras me aliviaron mucho ya que conociendo a mi mamá ya lo había aceptado, solo era cuestión de esperar la aprobación de mi papá. Entramos a la casa y busqué agua para el cachorro que debía estar sediento de la caminata y quien sabe desde hace cuanto que no bebía algo. Sentado en la sala mi mamá me preguntó –por qué trajiste a ese perro hasta la casa- y lo que se me ocurrió responderle fue -porque no me dejaba caminar tranquilo, se me travesaba y me estorbaba el paso, y así me siguió hasta la acá- una respuesta poco creíble para mi madre que se empezó a reír porque era obvio el esa criatura tan pequeña no podría ser un estorbo para nadie. Pasaron las horas y mis ansias crecían esperando a mi padre, pero igual pasaba el tiempo jugando con el cachorro. 
Mi madre estaba preparando ya la cena cuando escucho que llega el carro de mi papá, se me acelera el corazón de pensar que pudiera tomar la decisión que echar el perro a la calle. Llega a la sala, saluda a mi mamá con un beso y yo le pido la bendición como de costumbre, entonces mi mama le dice -tu hijo tiene algo que mostrarte- no esperaba que dijera algo similar, pero no importó así que fui busque al cachorro y se lo mostré y le dije -yo no lo traje, el me siguió hasta acá- al principio me miro con mala cara, pero el cachorro fue hasta donde estaba el y se inclinó a acariciarlo, sus palabras fueron -¿y donde va a dormir, en tu cuarto?- en ese momento fue cuando me di cuenta que esta familia tendría un nuevo integrante, solo hacía falta una cosa, ponerle un nombre, y dadas las circunstancias en las que llegó a nuestra vida decidimos llamarlo “lucky”, en su traducción al español “afortunado”, y desde entonces ni sus travesuras ni sus pulgas lo alejaron de nosotros, convirtiéndose así en el integrante peludo y de cuatro patas de la familia.

sábado, 22 de octubre de 2016

Buen apetito

Una mañana como cualquier otra el joven Leandro cursante de octavo semestre de comunicación social en la universidad de los Andes se levantó tarde para poder ir a la universidad, sin nadie que le hiciera desayuno porque vivía solo decidió salir de prisa y comer algo en la calle.
La universidad quedaba un tanto lejos del sitio donde lo dejaba el autobús. En el camino pudo ver varios sitios donde vendían varias clases de desayunos, los más comunes pasteles y empanadas. Con solo 600bsf en efectivo y un estómago que rugía de hambre no podía llenarse con los pasteles que había visto, así que siguió caminando hasta que encontró un sitio totalmente conveniente. En un papel tenia escrito “2 pasteles y agua panela por 600bsf”  se dirigió con prisa hasta el puesto y pidió un combo de estos. Lo atendió una señora de unos 60 años de edad, mediana estatura y cabello negro con unas cuantas canas.
-Un combo de los pasteles y el jugo por favor. Dijo con afán Leandro
-Con mucho gusto joven, ¿para comer acá o para llevar?
-Para comer acá.
Los pasteles eran de tamaño considerable y buen sabor, saciaron su apetito y el pequeño puesto le dejó una buena impresión. A la salida de la universidad nuevamente con hambre pasó por el súper mercado a comprar víveres para hacer la cena y desayunos rápidos, como jamón queso pan para sándwich etc. Pero viendo los precios de los alimentos le parecía raro que los pasteles de la señora fueran tan económicos ya que los ingredientes para hacer un pastel de carne mechada eran bastante costosos y no había que ser economista para darse cuenta de que  difícilmente se podría mantener un negocio con esos precios, pero no le presto más atención a eso. La semana pasó como cualquier otra entre clases, conversaciones con sus amigos, desayunos, cenas… hasta que una mañana de la semana siguiente algo llamó su atención, el puesto de los pasteles ahora tenía un papel que decía “ 2 pasteles más agua panela 1500bsf”, un aumento exorbitante en comparación con su anterior precio. Leandro fue caminando hasta el puesto de los pasteles en donde se encontraba la señora que lo había atendido aquella vez.
-Buenos días señora, que pasó con el otro combo de pasteles
-Buenos días joven, decidimos cambiar los ingredientes y como ves cambia el precio de los pasteles también porque antes no ganábamos casi nada y era difícil manternos a nosotros y al negocio también, esperamos haber tomado la decisión correcta.
-Pues si tiene razón, en esta situación es difícil mantener un negocio con los precios que tenía. Espero que le vaya muy bien señora que pases feliz día.
-Muchas gracias joven, igualmente que pases un feliz día.
Fue buena decisión aumentar el precio de la comida, pero el costo le parecía un tanto alto para un desayuno de pasteles y mucho más cuando en otros lados ofrecían lo mismo a un precio mucho menor, pero igual esperaba que le fuera muy bien en su negocio.

Leandro recibió la visita de su madre y hermana el sábado por la mañana estas  habían venido a la ciudad a comprar unos materiales para hacer artesanías las cuales eran su soporte económico ya que vivían alejados del casco central de la ciudad, pero era una zona turística del estado. Laura su hermana 13 años en las tardes después de llegar del colegio se dedicaba a trabajar también junto con su mamá mientras hablaban de lo nuevo que aprendía en el colegio, veían tv o escuchaban música en la radio. Pasaron la tarde recorriendo la ciudad comparando precios y paseando un poco también ya que a Laura le parecía muy entretenida la vida en la ciudad. Leandro debía ir al día siguiente a la universidad a buscar un libro que necesitaba para hacer una tarea y aprovechando la oportunidad de que estaba su hermana que nunca había visitado esta decidió invitarla, la que sin chistar aceptó. Llegó la noche y Leandro regreso de nuevo a la residencia y su mamá y hermana se quedaron en un hotel cercano para salir pasear por la universidad y regresar a su pueblo por la tarde. En la mañana siguiente ya todos juntos tomaron el autobús para la universidad, no habían desayunado aun pero no había problema por la cantidad de puestos de comida había. Pasando por todos estos sitios algo les llamó la atención, la cantidad de personas que estaban esperando para comprar pasteles a en un mismo puesto, y lo curioso es que era aquel en el que Leandro había comido aquellos pasteles a 600bsf. Con curiosidad por saber por qué era la multitud se acercaron y preguntaron al la persona que estaba mas cerca
-Hola amigo una pregunta, que esta tiene los pasteles, ¿acaso los están regalando? Dijo con tono burlón Leandro.
-jajaja no joven es que ahora todos quieren comer de estos pasteles, dicen que ahora son los mejores de la ciudad y hacen solo unos pocos por día.
-Pues ahora a mí me dio curiosidad de saber que tal son esos pasteles. Dijo la mamá de Leandro.
-Está bien, vamos para que nos podamos comprar unos y desayunar. Dijo Leandro.
Dame 3 de carne mechada, dame 4 de arroz con carne, dame dos combos por favor… era lo que se oía entre la multitud que sería de unas 20 personas. Pidieron 3 combos de carne mechada. Probaron los pasteles y tal como lo decía el señor le parecieron los mejores de la ciudad o del estado, quizá del país, su sabor era incomparable, la carne era suave, jugosa y con un gran gusto no solo por el guiso con el que la prepararon, los 3 quedaron fascinados pero cuando fueron a pedir más ya se habían acabado así que siguieron su camino a la universidad. A Leandro le entregaron el libro y recorrieron los 3 las instalaciones, visitaron las canchas, la biblioteca, el jardín hasta que fueron las 12 del mediodía, hora de irse ya que el bus salía a las 2 de la tarde y estaban lejos del terminal.
Tras una despedida rápida partieron ambas al pueblo.
Al llegar a casa y preparar su cena se dispuso a leer la prensa del día.
                Antoni Javier Zambrano Zambrano de 22 años de edad estudiante de contaduría pública en la universidad de los andes está desaparecido. La noticia se dio a conocer por sus padres al transcurrir 2 día sin saber de su paradero…

La noticia llamó su atención ya que había conocido a aquel muchacho hace unos meses en la universidad; lo describía como un joven carismático rechoncho y muy humilde, el hecho de pensar que lo hubieran secuestrado no pasaba por su mente ya que su familia era de escasos recursos y no podrían pagar lo que pidieran por el rescate, tampoco era lógico que alguien le hubiera querido hacer algo, no era alguien de salir por las noches o tener malas amistades.
Con el tiempo la noticia se fue olvidando pero habían surgido más casos de personas desaparecidas, este hecho tenia inquieta a la población y a los servicios de seguridad del estado. Se abrieron investigaciones infructuosas, no había sospechosos ni fuentes de información que pudieran ayudar a la búsqueda de estas personas. Se decretó toque de queda en el estado, con esa medida disminuyeron los casos de desapariciones pero seguía sin haber culpable alguno.
En la universidad el ambiente había cambiado, todo estaba más solitario que nunca, a nadie le gustaba estar solo ni quedarse hasta después que el sol se ocultara, lo mimo pasaba con Leandro, y no era para menos esa conducta, existía la posibilidad de que cualquiera fuera secuestrado.
Durante los días siguientes las cosas se pusieron difíciles para Leandro en su residencia ya que le era muy difícil comprar sus víveres y asistir a la universidad sin exponerse, así que decidió salir temprano de su casa y comer en el negocio de aquella señora agradable que había conocido hacía ya unos 3 meses. El lugar había sido remodelado, ya había mesas, sillas, una barra para las salsas y hacían más pasteles ya que la clientela había aumentado mucho más, el mismo había empezado a ir unas 2 o 3 veces por semana a desayunar allí, almorzaba en el cafetín de la universidad y la cena si la preparaba en su casa. Esta rutina continuó hasta que terminó el semestre y tuvo tiempo para trabajar, preparar su comida e ir a comprar los víveres.
Una mañana al salir de su casa  como de costumbre compro la prensa y en primera plana resaltaba la siguiente noticia

Huesos de 18 personas encontrados en el patio de la sra Graciela
El cuerpo de investigaciones especiales (CIE) halló los huesos de las victimas gracias a denuncias realizadas por sus vecinos los cuales observaban conductas sospechosas por parte de su hijo de 34 años Antoni Alexander Penia Escalante. El centro de investigaciones forenses identifico a las víctimas como las desaparecidas durante los recientes meses. La carne de las victimas había estado siendo usada para la preparación de pasteles en su puesto ubicado en el sector la descalza, a 3 cuadras de la universidad de los Andes…


Los pasteles preferidos de Leandro... eran los de carne molida.

Cuentos poemas y demas

Debido a la situación tan critica que esta viviendo mi hermoso país Venezuela he encontrado una forma de escapar momentáneamente de los problemas y desahogarme de una manera pacifica  y entretenida que es ESCRIBIENDO. Puede ser que algunos se sientan identificados con aquello que escribo o como puede ser que no, pero eso no es lo importante sino el hecho de sentirme bien conmigo mismo y buscar la paz interna que tanto anhelamos todos.

No solo escribo historias de mi propia autoria sino también poemas inspirados por personas, situaciones o emociones. sin mas que decir he aqui mis puclicaciones.

"Amigos"

Lenguas ásperas que lamen la herida y no la dejan sanar,
ojos mirando fijamente desando, anhelando,
suplicando que caigas y no te levantes.
Susurros en tu oído, hielo en tu nuca.
sueños con serpientes y amaneceres de locura.

Dar la espalda y no saber que esperar,
realidad que hace sufrir y añorar aquella infancia perdida,
buscar consuelo y encontrar limonada.
caer en cuenta de la realidad, sentir una desilusión
y aun así querer conservar una amistad.


Sistema educativo

Creatividades castradas por reprimidos socialmente,
intentos frustrados de romper el ciclo,
nuevas generaciones que son caviar de mentalidades retrogradas.
experimentando con conejillos de 46 cromosomas y
destruyendo toda posibilidad de una vida feliz.



Río que en tú torrente llevas sangre a un rumbo desconocido.
arrástrame eternamente hasta deshacerme en ti,
llévame lejos de la rutina
y libera mi mente de esta red que me aprisiona.
¡Mátame!  si es lo que deseas, tortúrame si así lo prefieres,
pero no dejes mis restos a un lado
y mucho menos seques tu cauce.



Amrak dominó

Ser bueno no siempre trae cosas buenas, como ser malo no trae cosa malas; Pero se bueno, recuerda con orgullo las cosas que hiciste por los demás y posiblemente inspires a alguien mas a hacer lo mismo, creando sin querer un efecto dominó en el que al derrumbarse las fichas no se pierda nada, sino que todo estará fijo y con sus bases mas anchas y fuertes.
O se malo, y recuerda con arrepentimiento las cosas que hiciste, trata de olvidarlas bloqueando tus sentimientos matando todo lo humano dentro de ti, inspira a los demás a ser iguales a ti,
y experimenta cómo la ultima ficha caerá justo desde atrás sobre ti.

Miedo
No le tengo miedo a lo desconocido sino a  todo lo que ya he vivido, pero es inevitable lanzarme hacia la oscuridad esperando llenarme de luz. Contradicciones entre mi uso de razón y mis sentimientos que por querer brotar juntos se atascan y no siguen los rayos de tu luz. Por eso me quedare aquí oculto al otro lado del prisma.

Perdido
En este extraño ritual lleno de hormonas que aturde mis sentidos y libera mi alma estoy atrapado. Y aunque se cual es la salida no la encuentro porque no quiero, quiero mas de esto. Me inhala sin dejarme ir, lo disfruta y lo disfruto igual. Aquí me quedaré, este es mi lugar, perdido.


domingo, 17 de abril de 2016

Primer cuento.

Flor de araguaney
1:00 pm Era una tarde calurosa de febrero, iba corriendo a mi trabajo.
-Tercera falta, esta vez seguro me despedirán pensé.
Decidí pasar por el parque para acortar camino. En una banca bajo un árbol había un hombre de unos 70 años de edad.
-¡Oye! ¿A dónde vas con tanta prisa? Me preguntó.
Lo ignoré y seguí mi camino. Llegué a mi trabajo 20 minutos tarde, mi jefe no estaba, nadie se dio cuenta.
 6:20 pm De regreso camino a mi casa pasé otra vez por la plaza. Bajo el mismo árbol y en la misma banca estaba el mismo hombre. Desde hace cuantas horas estaría ese señor allí pensé.
-Ya no tienes tanta prisa eh? Dijo el señor mientras veía el reloj en su muñeca.
-No, ya estoy libre nuevamente. Respondí.
-Te equivocas.
-En que me equivoco, disculpe pero no entiendo.
-En que aún no eres libre, en eso te equivocas
Veía en su rostro una expresión de paz y tranquilidad, ya no me parecía de 70 años sino mucho menos, tal vez 50.
-Claro que lo soy, tanto así que iré a descansar a mi casa. Exclamé.
-Toma asiento muchacho, acompaña a este anciano un momento y hablemos.
-Cómo te llamas.
-Nícolas, mi nombre es Nícolas –respondí-¿y cuál es el suyo?
-Mucho gusto Nícolas, mi nombre es Augusto. A donde te dirigías con tanta prisa esta tarde
-A trabajar, iba retardado y ya sería la tercera vez que lo hago, tenía miedo de que me despidieran.
-Ah ya veo, así que no es la primera vez que pasa por aquí a toda velocidad entonces.
-No señor, lo hago más a menudo de lo que usted piensa.
-¿Y así me dices que eres libre?
No entendí a qué quería llegar con esa pregunta, era obvio que lo soy todos lo somos pensé.
-No entiendo a qué se refiere. Le contesté
-En realidad no lo eres, solo crees serlo, eso es todo.
-Señor, está usted muy equivocado –le respondí- desde hace años todos los hombres somos libres y podemos hacer lo que queramos.
-Yo ciertamente si lo soy. Dijo Augusto.
-A ver y te explico. Tú tienes que cumplir con un horario de trabajo que te ha puesto tu jefe ¿cierto? Yo en cambio puedo sentarme en esta banca todo el tiempo que quiera.
-Pero el simple hecho de que puedas estar en esta banca todo el día no es prueba suficiente de eso.
-Si lo es NÍcolas, yo tengo  todo el tiempo libre para soñar, pensar, disfrutar de todo lo bello que tiene la vida y la naturaleza ahora que soy viejo, en cambio tú te ves restringido por un horario y a causa de esto no te permites imaginar y además de eso pierdes el tiempo trabajando para alguien más en vez de trabajar para ti y disfrutar el tiempo. Me tengo que ir, está oscureciendo. Dijo Augusto.
-Está bien nos veremos luego- respondí.
Al día siguiente fui de nuevo a trabajar, esta vez iba con tiempo de sobra así que decidí pasar por el parque, pase frente a la banca en la que había hablado ayer con Augusto y me senté. Pensaba en lo que había dicho y aun no comprendía a lo que se refería.
-Ciertamente soy un hombre libre, todos lo somos, ¡no cabe duda de eso!
Admiré el paisaje un momento, vi hacia arriba y me di cuenta de que estaba bajo la sombra de un gran araguaney, con sus hojas y flores de un hermoso color amarillo, corría una fuerte brisa, lo único que se oía era el bamboleo de las ramas de los árboles y el trinar de las aves, estaba maravillado y a la misma vez en paz, sentía una tranquilidad increíble, ya estaba empezando a entender de lo que me hablaba Augusto. Miré mi reloj y ya era hora de seguir mi camino.
Desde entonces todos los días pasaba por el parque y me sentaba en la misma banca a admirar el paisaje, era mi momento de paz, todo estaba en calma.
Al tiempo de regreso a mi casa vi a la distancia a un hombre sentado en la banca –Es Augusto dije-
Pero al acercarme me di cuenta que era alguien distinto.
-¿Buscas a alguien? –Me preguntó
-Pensé que eras otra persona. Le dije
-Sé quién pensabas que era, mi viejo amigo Augusto.
-¡Si exacto! ¿Cómo supo eso?
-Él y yo solíamos venir a conversar a este parque todas las tardes, era un muy buen amigo. y tú debes ser Nícolas ¿cierto?
-Si, ese mismo soy yo, ¿le habló de mí? Y por qué dice “era” ¿acaso ha muerto?
-Estás en todo lo correcto.
-Cuanto lo lamento.
-Descuida, todo está bien, el más que nadie estaba preparado para partir.
-Pero nadie está listo para morir. Le repliqué
-Pues el si lo estaba, ya no tenía ataduras con este mundo él era un hombre libre.
-¿A que te refieres con “hombre libre”? no logré comprender bien a que se refería Augusto con eso.
-Te contaré sobre Augusto. Tenía 74 años cuando falleció el 16 de febrero hace 20 días. Durante su juventud se dedicó a hacer lo que más le gustaba, ser carpintero. Amaba su trabajo y también amaba conocer lugares nuevos, personas nuevas, otras culturas. Un día pensó en que quería dejar algo, un legado a las personas para que disfrutaran de la vida y de su tiempo tanto como él lo hacía, así que hablo con el alcalde de la ciudad, una de las muchas persona que había conocido, su propuesta fue la elaboración de un parque, tan amplio que el ruido de la ciudad no lograría alcanzar las partes más internas de este. El alcalde le dijo que era posible pero que solo contaba con cierto presupuesto para ello y que no sería suficiente para hacer lo que él quería. Augusto le dijo que no se preocupara, que él se encargaría del resto, así que decidió hablar con el ingeniero Jhoan Paz, otro de sus conocidos y gran amigo, y le pidió la colaboración para la elaboración del parque, pero este le dijo que podría hacer lo que quería solo con un poco más de presupuesto, que los trabajadores los pondría él mismo, Augusto aceptó y se dedicó a buscar el presupuesto faltante.
Augusto trabajó como nunca por unos largos 6 meses, haciendo sillas mesas, escaparates. mecedoras hasta que logro conseguir la suma necesaria para empezar la obra. 8 meses más tarde el parque estuvo listo empezó a ser frecuentado por familias de la zona, de otros estados y hasta de otros países cuando venían a vacacionar.
-¿Así que este parque  fue obra de Augsto?
-así es, este parque fue fundado hace 53 años gracias a él.
-¿O sea esta gigantesca obra la hizo a penas cuando tenía 21 años?
-Ven, acompáñame para que veas algo.
Nos dirigimos al centro del parque donde había una placa en un gran piedra de color gris, no recordaba haber pasado nunca por esa parte del parque.
-Lee lo que dice en la placa. Me dijo
La placa decía: 

Si vas a trabajar que sea por un sueño, porque no vale la pena morir soñando y trabajar solo por un sueldo”
Augusto Manuel Martínez Ruiz
-¿Ahora si comprendes por qué era un hombre libre?


-Si, y me he dado cuenta de que ciertamente yo no lo soy.